Los asuntos de negligencias médicas son muy complicados, ya que a diferencia de los accidentes de tráfico (donde existen atestados o partes amistosos firmados por ambas partes en los que una de ellas reconoce la culpa) no existe un reconocimiento de culpa por parte de la persona que ha cometido vulneración de la lex artis, como negligencia, falta de consentimiento, etc. Y por ello no solo se habrá de probar el daño que se ha producido, sino también cómo ha ocurrido y quién ha sido el culpable. Para ello se deberán aportar documentos, testigos (que normalmente son compañeros de la persona culpable) y fundamentalmente un informe de un perito especializado.
Vamos a explicar los casos en los que se producen daños (o fallecimientos) por actuaciones de los Servicios de Salud.